Argentina
El Teatro Nacional Cervantes, perteneciente al Ministerio de Cultura de la Nación, está ubicado en la ciudad de Buenos Aires. En el año 2018, el equipo del área de Gestión de Públicos del teatro propuso llevar a cabo el diseño de un nuevo programa destinado a personas con discapacidad. Se asociaron al equipo de accesibilidad de la Dirección Nacional de Innovación Cultural para trabajar sobre tres ejes: planificación estratégica, fortalecimiento de los recursos técnicos y humanos, y comunicación.
En el año 2018 se llevó a cabo una primera experiencia piloto incorporando a la obra La vida extraordinaria, del director argentino Mariano Tenconi Blanco, recursos accesibles como audiodescripción, aro magnético e intérpretes en lengua de señas. Participaron organizaciones de la sociedad civil, referentes en los temas, en todo el proceso de trabajo y prueba. A partir de esta primera experiencia y sus ajustes, en el año 2019 se instaló el programa en forma permanente, incorporando funciones accesibles en todas las obras de reposición. En esta instancia se sumaron programas de mano con código QR con y sin punteado en relieve, bebederos para perros guía, visitas táctiles, pictogramas en el sitio web e invitaciones en lengua de señas argentina (LSA), con subtitulado y audio. De esta forma, el Teatro Nacional Cervantes fue el primer teatro público del país con funciones accesibles.
El Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA) reúne en cada edición lo mejor del teatro, la música, las artes visuales y la danza. Se lleva a cabo en teatros oficiales de la ciudad de Buenos Aires y en teatros independientes, formando una red de instituciones que convoca a público local e internacional.
En 2020, la programación se diseñó bajo cuatro temáticas: género y diversidad, medioambiente, integración y tecnología. El eje integración, dedicado a la accesibilidad cultural, fue la primera experiencia en la historia del festival. Los equipos del FIBA y del British Council Argentina trabajaron en el diseño de la estrategia, sumaron a la programación a la bailarina y coreógrafa escocesa con discapacidad motriz Claire Cunningham y capacitaron en un taller de accesibilidad cultural a todo el equipo del festival con el fin de alinear las acciones de trabajo. Se diseñó un circuito con una selección de teatros y se sumaron algunos recursos accesibles, como aro magnético en salas, intérpretes en lengua de señas, visitas táctiles y audiodescripción. La comunicación fue un eje importante en las piezas impresas y en el sitio web. Asimismo, el British Council inauguró una videoteca con entrevistas a expertos, con el objetivo de generar un material referente de estudio y consulta. Esta experiencia no sólo abrió camino a las siguientes ediciones del festival, sino que ha sido un detonador para futuros programas del ámbito público del circuito independiente.
Desafíos y oportunidades
Algunos de los proyectos mencionados forman parte de la programación estable de las instituciones; muchos otros siguen siendo experiencias aisladas y tienen grandes dificultades para establecerse en forma permanente.
Nuestros países deben trabajar el tema de la discapacidad desde dos perspectivas: la primera, en relación a las personas en su papel de espectadores, logrando propuestas culturales “aptas para todo público”, y la segunda, las personas con discapacidad en su papel de creadores, con acceso a espacios de capacitación, becas y subsidios a la producción, al igual que el resto de los artistas.
Esto requiere:
• Promover desde el sector público programas de formación, becas y subsidios a la producción.
• Mapear y crear un registro de artistas con discapacidad a nivel de la totalidad del país.
• Sensibilizar a los responsables de las políticas públicas para hacer cumplir las leyes.
• Promover campañas de sensibilización sobre la temática, sumando actores de los sectores público y privado, y de la sociedad civil.
• Promover la transferencia de conocimiento a otros teatros/equipos del país y de la región. Romper la centralidad de las ciudades capitales.
• Trabajar bajo un modelo interdisciplinario, sumando a las personas con discapacidad en el proceso de diseño, producción e implementación de los proyectos.
• Crear un repositorio de información y buenas prácticas para compartir experiencias a nivel local y regional.
• Promover y sostener la capacitación y formación con especialistas locales y del exterior.